jueves, 7 de abril de 2016

QUIERO MORIR POÉTICAMENTE.



Ni una barandilla para niños...

Los aprendices de poetas sociales después de 345 meses sin incluir julio y agosto, estamos ya en los estertores de la muerte poética amateur.-más de 34 años en revistas vecinales-
Leganés tiene un centenar de magníficos poetas de ambos sexos, pero no hay poesía social, tienen bastante con su lírica, que aplaudo y aprendo de ella.

Lo social, se queda para Quijotes que vemos gigantes en simples molinos municipales y autonómicas y más allá fantasmas nacionales.

Salvo la prensa, alguna a servicio de los poderes de diversos colores, que es una prensa de corta y pega, aveces con propaganda municipal, informa pero difícilmente opina, ya que como Dleganes, acaban en un exilio voluntario.


La juventud en general vive enrocada como el rey en el ajedrez.

Yo pido el relevo leganense que no llega, bastaría un poeta mediocre para retirarme, pero en mi limitación poética, parezco un rockero de esos que se hacen viejos y dicen que nunca mueren.
Yo quiero morirme poéticamente, porque ya he roto mil lanzas contra el molino municipal y sólo he arañado sus aspas, es necesario un poeta que sin injuriar ni calumniar les diga todo cuanto sea un atropello público de lo público.

No podremos cambiarlos, pero al menos no morir callados como la luciérnaga del Butarque, hasta Jesús de Nazaret, crucificado le dijo al que llamaba padre " ¿por qué me has abandonado?" Leganes necesita un poeta, que diga a los molinos de su Mancha municipal: ¿por qué me has abandonado? No se consigue nada, pero al menos Jesús se desahogó, la poesía social es el desahogo del pueblo y del poeta, aunque se ahogue en Polvoranca una noche de Abril.


Ya que ni hay barrera para los niños en esa laguna.
Josman.
Foto josmaniana.

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