De: Mis horas con Darío. Cuando cada mañana laboral paseamos por la Plaza de la Virgen Madre, más que llevarlo yo, me lleva Darío a mí, como si fuera mi lazarillo.
DARÍO Y LA LUNA VERDE.
¿Casualidad o expresión,
o un oculto pensamiento?
Hoy Darío a dos manos
(que dicen que es ambidiestro)
Ha rellenado una Luna
sosteniendo con sus dedos
sus dos pinturas verdes
y pintó dos ojos negros
y una boca, sin nariz,
tiene de modelo a Elmo.
Mientras escribo, él pinta,
no hace falta entretenerlo.
Va Darío despertando.
¡Qué pena el hacerme viejo,
y no verle ya maduro,
desarrollado al completo,
sin saber si esto es casual
o una llama de intelecto,
ante tanta oscuridad,
donde caduca hasta el tiempo!
Niño de la Luna verde,
que me acompaña cual ciego,
mi pequeño lazarillo.
¡Cuánto daría por verlo!
Leganés, 17 de Abril de 2018
Firmo como el me llama "El abuelo Manolo"
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