SANTOS
INOCENTES Y VOX.
Cuentan en la
Biblia que, cuando Moisés subió a hablar con Dios y tardaba en bajar con las
Tablas de la Ley, Israel dejó de creer y construyó un becerro de oro, para
adorarle y que les dirigiera a través de los desiertos.
Dios les condenó
a vagar por el desierto, y que la generación salida del cautiverio de Egipto no
conociera la llamada tierra prometida.
Dicho esto,
que todo sabemos, en España hemos regado la rosa y jamás el rosal, cuando es el
rosal con sus espinas quien nos da la flor.
En España durante
siglos ha construido becerros de oro, y llegados a este punto de tal tamaño de
decepción, solo tiene una cura agresiva que enjuague la gris e invisible
desilusión, que gobierne cuarenta años VOX.
La naturaleza
nos dio la capacidad de pensar, de analizar, pero colectivamente no lo hemos
practicado, cuando vamos a la Rosaleda, sólo vemos la rosa, no el rosal que la nutre
y le da vida.
España que no
ha sabido digerir su democracia, necesita purgar su inocencia, el mundo siempre
ha castigado a los inocentes, España tiene esa inocencia de charanga y
pandereta, se dio una democracia que ignora que hay que reforzarla cada día,
porque si no te la debilitan.
Y a una
democracia como a un cuerpo débil, le atacan todos los virus y bacterias, y en
esa debilidad y en esa desilusión, en esa inocencia donde el pensamiento
colectivo carece de actividad, surge VOX, y quizás como hizo Israel saquemos brillo al becerro de oro, y las
tablas que llevaban grabada la democracia se golpeen contra él, a la espera de
que el pueblo soberano deje su inocencia para darse otra mañana y para siempre, un nuevo marco,
un nuevo rosal, y una nueva rosa que no nos ciegue con su belleza efímera.
“No la toque
más que así es la rosa” Nos dijo el poeta.
JOSMAN.
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