viernes, 16 de septiembre de 2011

SOMALIA ES EL INFIERNO.

Dicen que la hiena ...



Mientras en Leganés hablamos, opinamos y comentamos en los foros, sobre la plaza de Toros, el ayuntamiento y esos dires y diretes que llegan al millón de euros, en Somália mueren los niños en la deshumanización más grande de la historia moderna.

Mientras esperamos que la ONU, declare por fin el Estado de Palestina, mientras vemos como la OTAN, junto con los libios derrocan a su dictador, Muamar el Gadafi,

Mientras la Enseñanza Pública madrileña sufre recortes y manda al paro a los profesores interinos; y el gobierno nacional sigue aprobando reformas laborales antes de la anunciada disolución de las Cortes, al tiempo que los sindicatos enmudecen como con un síndrome que les atenaza a la realidad.

Mientras el verano nos asfixia más económicamente que meteorológicamente, he lanzado una mirada a los informativos y Somalia muere con sus gentes en el abandono total de los gobiernos occidentales, que allí no ven energías, sólo ven sin ver la hambruna y la enfermedad.


Esta mañana en los "Desayunos" de la 1ª TVE; ha hablado un corresponsal del cual no anote su nombre, sobre la sequía y la hambruna en Somália, lo más estremecedor es lo que ha comentado una periodista tertulia que ha contado como "en las inmediaciones de los campos de refugiados en el país vecino, las madres y los niños caían debilitados y las hienas que merodeaban empezaban a comerse a los seres antes de agonizar, tras veintinueve meses de sequía"

Yo quería escribir, pero de pronto me he encontrado con el libro "Martín Fierro" de José Hernández, publicado en 1872, y en él, he vito el retrato de la palabra intemporal, que es la palabra de todo tiempo.

Antonio Machado, buscaba la palabra, las palabras intemporales, que muchos de sus versos las conservan, nuestro Santiago Gómez Valverde, poeta leganense, a veces nos regala "La palabra y el tiempo" y también hace versos intemporales, válidos para el ayer , el hoy y la eternidad.

Martín Fierro, cuando ve a sus hijos sin padre y sin madre, sabe llegar al hondón de nuestras almas, y dice:



"Como hijitos de la cuna
andarán por ahí sin madre.
ya se quedaron sin padre
y ansí la suerte les deja,
sin naides que los proteja
y sin perro que les ladre.



Los pobrecitos tal vez
no tengan donde abrigarse,
ni ramada ande ganarse,
ni rincón donde meterse,
ni camisa que ponerse
ni poncho con que taparse."


¿Que más decir que no hayan dicho los poetas a lo largo de los siglos de la pobreza y su hambruna?

A mí, no se me ocurre más, mientras pienso en esas criaturas de Dios, viviendo el infierno que no merecen.



Leganés, 16 de Septiembre de 2011


JOSé MANuel García García (JOSMAN)

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