domingo, 27 de septiembre de 2015

LA MOLINERA DE MEMBIBRE DE LA HOZ.



 Entrada a la localidad.
Foto del interior del Molino.
Fotos propiedad del Ayuntamiento de Membibre de la Hoz

Vuelve uno al teatro escrito con una pieza que es una simbiosis -literaria- de realidad y fantasía.
LA MOLINERA DE MEMBIBRE DE LA HOZ. ( Teatro en tres actos)
Introducción:
Allí, donde Segovia se hace extensa en esas tierras de Cuéllar, en Membibre de la Hoz, aún existe el viejo molino de Aurelio Pesquera, hoy regentado por uno de sus siete hijos masculinos, en él, se elaboran sobre un tímido cauce de arroyo seco las harinas más finas y nutritivas de ésta Castilla nuestra, a la vez que, adquieren fama por ser totalmente ecológicas.

En ese molino-hogar, tras una descendencia masculina nació nuestra protagonista Almudena Martina Pesquera, siendo la más pequeña y la única muñequita humana de la casa que llenó la alegría de Aurelio.


Por aquél tiempo el Molino se valía de la fuerza del arroyo, que a día de hoy, tan seco, posiblemente por los pozos para el sistema de riego, ahora ha necesitado que se mueva la maquinaria con la energía eléctrica que, aunque es un gasto mayor, hace que aún este polvo del trigo, siga siendo un producto al alcance de cualquier bolsillo, aunque obviamente su venta y distribución es al por mayor.

Los Pesqueras pertenecen a un viejo linaje castellano que, ilustre en el devenir de los siglos, acabó afincado en Membibre, se han dedicado a la molienda del que sigue siendo un producto estrella en la planicie Castellana.

Fue allí donde tras el nacimiento de siete varones, nació y se crió Almudena, hasta que pasada la adolescencia comenzara sus estudios superiores en Madrid.

Para ella como para cualquier joven de provincias la llegada a ésta capital del Estado la Villa de Madrid, supuso un reto, que con el tiempo dio sus frutos.

Mientras dejaba atrás molino y panadería, las galletas de tres rayas y las tortas de chicharrones, que no olvidaría en su vida, y aún hoy tiene presentes, junto a la crianza de pavos, patos y gallos, para acabar con lo porcino, que menguó la maldita peste.

Como todos los estudiantes de todos los tiempos, al margen de periodos puntuales de vacaciones, siempre el mayor tiempo de ellas lo pasaba junto a su gran familia en Membibre, y allí bajo los rigores del estío de esa Castilla que aún siendo segoviana es veraniega, nuestra protagonista también arrimaba el hombro en esas tareas propias de un molino que es historia viva de éste rincón segoviano que quiere buscar a Cuéllar con la mirada.

Cerca de allí, conocería al gran amor de su vida, que los amigos en la intimidad llamamos “Cochambres García”

El resto, en ocasiones con la realidad y otras teñida de ciertas fantasías, daré rienda suelta a ésta historia de nuestra molinera eventual más ilustre de ese final del siglo XX, cuando los ciudadanos españoles empezamos a olvidar que de la harina se hace el pan, y que la palabra PAN, siempre se ha dicho que significa: Primer Alimento Natural.


JOSMAN.

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