miércoles, 12 de julio de 2017

En nepotismo imperante.


En nepotismo imperante.

La Participación Ciudadana es uno de los pilares de una ciudad en democracia, por no hablar de toda una nación, por no hablar de una Comunidad de avales arturianos y granados con dinero público.

En Leganés gobierna una especie de “oligarquía de amigos”, que van en la lista electoral, y si no salen elegidos, acaban de Directores Generales –ilegales en 1ª Instancia- o Asesores, lo que convierte la administración en una oligarquía vestida de nepotismo, y sin ser los más poderosos económicamente que es la oligarquía real, lo son por el poder derivado que se les da sin el voto directo de la ciudadanía. El nepotismo en su mayor grado hacía Cardenales a niños de 15 y 17 años, -repasemos la historia- sobrinos de Papas y otros poderosos, Pisístrato organizó su tiranía basada en esos cargos amigables designados a dedo. Todos los partidos políticos practican el nepotismo e incluso crean empresas públicas para el acoplamiento de personas de confianza relacionadas con el partido.

La Declaración Universal de Derechos Humanos en su Art.21.2 dice: Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.

Hoy se dice que se quiere modificar o renovar el Estatuto de Participación Ciudadana, en mi modesta opinión, pienso que se debe de conservar el existente, que sin ser la Biblia, es un Catecismo que recoge lo esencial si se quisiera cumplir en profundidad.

A veces escribo demasiado de aquel pasado, del que a pesar de la existente esclavitud, fue el cimiento de este presente democrático que hemos desvirtuado con los intereses económicos y las ambiciones humanas de una minoría depredadora que marca el rumbo del mundo.

Hace años que leí “El hijo del sueño” de Valerio Massimo Manfredi, que narra la vida de Alejandro el Magno.

Todos sabemos que Aristóteles fue profesor de Alejandro, el maestro le regaló un día La Ilíada y La Odisea, Alejandro agradeció el regalo, pero añadió que por qué trataba de educarlo como un griego si él era macedonio.

En aquél tiempo Grecia había llegado al punto cenital de la cultura y del conocimiento en todas sus ramas del árbol del saber.

Muy brevemente le explicó lo más sencillo de entender, hay tres modos de gobernar, una monarquía, donde manda uno sólo hombre, una oligarquía donde mandan unos pocos, y aquella, dice Aristóteles literalmente:”En la que todos los ciudadanos ejercen el poder, que se denomina democracia”
“Aquí en Macedonia la palabra de tu padre es ley, en Atenas quien gobierna ha sido elegido por la mayoría de los ciudadanos, pero también, por lo mismo un zapatero remendón o un mozo de cuerda pueden ponerse en pie en la asamblea y pedir que una decisión ya aprobada por el gobierno de la ciudad sea revocada, si encuentra un número suficiente dispuesta a apoya su moción”

¿En Leganés un solo vecino con apoyos de una inmensa mayoría, cambiaría un Plan Parcial de Urbanismo, cambiaría los Presupuestos? ¡No! Sería un milagro, aunque se unieran todos los Movimientos Ciudadanos.

Tenemos una democracia de urnas, de once horas electorales, al día siguiente cogen tu voto, y de lo predicado y prometido en campaña electoral no me acuerdo. Los antiguos decían “una vez metido, se olvida los prometido” Y esta cita de mi escasa cosecha: Una vez en el escaño, te defraudo sin que parezca engaño.

El PSOE en Leganés ha defraudado en sus expectativas, hasta ha caído en el defecto brutal de la privatización, que es lo peor de un partido que se apellida obrero, y de nombre socialista, no le puedo pedir que vaya a esos tiempos de su fundación, cuando Pablo Iglesias aún olía a tinta de imprenta y Tetuán y Cuatro Caminos eran solo la Aurora Roja de Baroja,  la modernidad no puede derrumbar el origen, y los hombres deben de evolucionar, pero no eliminar el ideal en su pureza, y si se derrumba, no dejad ni el vestigio del nombre.


José Manuel García García (JOSMAN)

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