Dice mi hijo Juan Miguel que el 50% de la vida la pasamos soñando, existe un muro imaginario que separa la realidad de la ficción, dicen que cuando se derrumba, se mezclan realidades y fantasía, y surge lo que llaman la locura al no poderlas disociar.
SOÑAMOS Y VIVIMOS.
Soñamos y vivimos,
vivimos y soñamos,
sin traspasar ese muro
que puede trastornarnos
y volvernos quijotes.
Por la vida pasamos.
construyendo paraísos,
con luz mental creamos.
Soy un pobre soñador,
y amo soñando, amo
lo real y ficticio,
de las dos soy esclavo.
Así paso la vida,
aunque en media me engaño,
un cincuenta por ciento,
medio vivo, por tanto.
"¡Pobre del amor a quien la fantasía abandona!" (Arturo Graf)
JOSMAN.
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