Foto de Google.
ENERGÍA SOLAR Y BRUTALIDAD.
La mayor brutalidad es la del impuesto al sol, las trabas burocráticas para instalar esta energía solar en los hogares españoles que presumimos de horas de sol. Alemania tiene un 70% más de esta energía. Y en Portugal se les facilitan los trámites por parte de los poderes públicos a los ciudadanos.
Salvo en la violencia empleada, es una brutalidad del tamaño del asesinato por nuestros conquistadores del rey de los incas Atahualpa, al que secuestraron en una visita diplomática y tras cobrar el rescate lo estrangulamos. (1533)
Aquí solo estrangulamos las esperanzas, el derecho legítimo de aspirar a una energía renovable. Pero los intereses son otros, y existe cada invierno pobreza energética, son brutales de puertas giratorias, donde unos y otros van a terminar una vejez de oro.
JOSMAN.
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