domingo, 13 de junio de 2010

SINDICATOS Y ASOCIACIONES PROFESIONALES COINCIDEN

Sindicatos y asociaciones profesionales, sacan este edicto.

"Yo ni quito ni pongo rey, pero defiendo a mi señor" y mi señor son éstos.

Y añado gestionar mal, y no, robar , que es injuriar a un gobernante torpe ante la crisis.

Sin más palabras.

JOSMAN.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En el siglo XVII -momento de máxima población con casi
trescientos vecinos- se construye
la Iglesia de San Pedro Apóstol, de
estilo barroco, sobre los restos de
una antigua ermita bajomedieval
(quizá mudéjar). La obra es
realizada por los arquitectos reales
Francisco de Mora y su sobrino
Juan Gómez de Mora y se
construye con ladrillo toledano y
madrileño. Hoy en día, la imagen
de sus ruinas constituye un símbolo
del Parque.

A partir del siglo XVIII (Edad Moderna), mientras en Polvoranca se mantienen estructuras
feudales, en la vecina Leganés, su economía y su sociedad, se ven beneficiadas por el efecto
de proximidad a la Corte de Madrid. Se construyen entonces el Cuartel de Guardas Valonas y
la Iglesia del Salvador, con retablo de Churriguera.

Desde el siglo XV hasta el siglo XX, las tierras de Polvoranca cambian de dueño varias veces,
pero permanecen siempre en manos de la nobleza. El lugar es testigo además del paso de
personajes como el poeta Fray Luis de León, quien frecuenta el lugar entre 1570 y 1590, y
Don Juan de Austria (siglo XVI), hijo ilegítimo de
Carlos I y hermanastro de Felipe II, a quien intenta disputar el trono en la rebelión morisca de
las Alpujarras (1568-1571) .

A lo largo del siglo XIX, el lugar queda definitivamente abandonado y pasa a denominarse el
“despoblado de Polvoranca”, y ya en el siglo XX, es conocido también como “La
Polvoranca”. Tantos contratiempos acumulados a lo largo de siglos -pestes, éxodos,
hambrunas, abandonos- diluye la vocación de Polvoranca como pueblo y le otorga una
leyenda maldita de lugar invivible,"

De otra fuente (Pedro de Paz):

"(...)ruinas de
una vieja iglesia erigida en honor a San Pedro
Apóstol, atribuida a José Benito Churriguera y
levantada en el siglo XVII sobre el antiguo solar
de una ermita mudéjar. Es todo lo que nos queda
del antiguo poblado de Polvoranca, fundado
en el siglo XI, incendiado y arrasado a causa de
una epidemia de peste en las postrimerías del
XVIII y que Pérez Galdós llega incluso a mencionar
en su obra «Nazarín».
Hoy por hoy es tan sólo un edificio que
lleva abandonado más de treinta años, degradándose
de forma progresiva sin que nadie que
tenga intención de poner remedio. Una ruina
que nos reprocha de forma tácita, en silencio, la
desidia, la estulticia y el abandono al que sometemos
nuestro legado histórico, artístico y cultural

poejosman dijo...

He escrito mucho sobre la Iglesia de Polvoranca,estimado anónimo gracias por la información.
Seguiré escribiendo sobre ella, pero no me hacen caso.
"Pero seguiré dandole l aspa del molino esta que nieve el trigo".
COMO DECÍA MIGUEL HERNÁNDEZ.
Saludos: JOSMAN

poejosman dijo...

Perdón por el error:

"Pero seguiré dándole al aspa del molino, hasta que nieve el trigo"

JOSMAN