Teatro romano de Mérida.
También danzan los eunucos, y tras su danza, la eterna losa les hace llorar en las noches silenciosas.
Son los dueños reales de palacio, pero... Quizás no gozan del todo de las mieles que tienen a su alcance, donde poder calmar su sed, por la tristeza de no tener vaso con que beber...
Del libro “El llanto de los eunucos”.
También danzan los eunucos,
música de despertares
que les saca de su llanto,
de ese gemir silencioso, nocturnamente,
querer sin ser, imposibilidad…
Son como un día eclipsado,
como una noche de sol…
¡deshumanización terrible,
hambre eterna, sin satisfacer!
Dueños del pan y la harina,
de trigo y tierra a la vez.
También danzan los eunucos,
tienen piernas, tienen pies,
tienen ríos y agua fresca…
¿y el vaso para beber,
la azada para cavar,
el barreno pa romper,
la aguja para inyectar…?
¡Ay!
¡de nada sirve el querer!
Leganés, 28 de octubre de 2009
JOSMAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario