Sinfonía de perfumes
y una lluvia callada
refrescan el monte todo,
y te busco y no te encuentro.
Y bajo el helecho fresco
un gorrión se agazapa
justo a mis pies gigantes,
le acaricio y su quietud
me atraviesa toda el alma.
Le coloco en mi mano,
me mira sin esperanza,
y todo el monte se hunde…
tiene partida un ala,
la gineta merodea,
los lobos acechantes…
y siento que me pregunta
con los ojos: ¿ya te marchas?
¡Alpiste, trigo y lechuga…
ya está el gorrión en mi casa!
Leganés, 15 de octubre de 2009
JOSMAN.
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