Este año tras 38 consecutivos quizás no vaya al homenaje anual, no tengo ánimo, no me apetece, me pasa lo que a la cigüeña de la torre de Moraleja de Enmedio, me cansa Leganés, como a ella le cansa el sobrevuelo sobre la carretera M-407 que transito cada 15 días, le pasa lo que a mí, ya no emigra porque existe ese vivir muriendo o esa muerte vivida que estos días recuerdo de Gracián en su Cueva de la nada, en parte para la cigüeña y para mí, Moraleja y Leganés son eso mismo "La cueva de la nada"
Oigo a Lidu recitar el poema " Egloga Nudista" de Miguel Hernández y mi limitación intelectual me hace estar horas descifrando que nos transmite el poeta en el poema escrito a sus 23 años,-1933- cómo se rebela contra el "pecado original" como describe la serpiente del manzano y cómo de corto es el pecado y que inmenso el poema, me cuesta descifrarlo, no es que él se desnude, es que soy incapaz de desnudarlo, qué pequeño soy ante la magnitud de un poeta de éste calibre que nos dice:
"Queriendo está venenos
serpientes el manzano,
que alrededor del tronco y de sí mismas,
a lo látigo prismas,
a lo largo barrenos,
ofrezcan, como juegos malabares
sus pecados de almíbares mollares.
largas y demasiadas las serpientes
para lo corto y poco del pecado".
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