miércoles, 28 de octubre de 2009

LA PROMESA DE "DIOS"

Viñeta: Archivo de AUGC

Veintisiete años después...

Aquella promesa de “Dios” como lo llamó presuntamente “Chiqui Benegas”, abría la esperanza del final de la transición en la evolución natural de las instituciones.

Felipe, anteriormente “Isidoro” fue llevado por las urnas a hombros hasta La Moncloa.

La Bodeguilla” enturbió la mente o el horizonte de este ser, llamado a alzarse como el gran hombre de Estado del pasado siglo.

Pero dejó embotellada a la Guardia Civil, creyendo que, como el buen vino ganaría con el paso de los años, pero no, su teoría y su espera nos dio sólo vinagre, fue entonces cuando su gobierno persiguió las ideas renovadoras, en definitiva, estranguló la evolución a golpes de persecuciones, cárcel y expulsiones. (Véase la historia del Cabo Rosa)

Después, solamente el desierto… sin oasis de referencia, sangre, sol y arena… de un engaño, o lo peor como reza en la pancarta ¿una traición?

Ahora que Felipe González y yo, tenemos la edad de los abuelos, sigo escribiendo versos, pero con una sola tristeza o esperanza mutua, metafórica; sólo nos espera la ancianidad y la muerte.

¿Que nos hiciste Felipe?

Paladín del socialismo,

aún seguimos a la espera

y estamos en otro siglo,

sin libertad y dos justicias,

(democracia en el abismo)

Y aún jugáis con nosotros:

¿policías, soldaditos?

Maestros de Afganistán

y en España parvulitos,

Te dejo con esta pancarta

de hace años. Y seguimos

mirando a la luna negra…

esperando un milagrito.

¡Ay, Isidoro, es el tiempo,

somos abuelos, morimos,

-sin ver la tierra de Dios,

prometida a los judíos…-

Sólo nos queda morir,

morir por no haber nacido

o haber vivido en la sombra

de un decreto isabelino.

Narváez y el Duque de Ahumada,

uvas de amargo racimo

de esta cepa de España,

por los siglos de los siglos.

Leganés, 28 de octubre de 2009

JOSMAN.

1 comentario:

Patricia Piñeiro dijo...

Preciosa, Josman, eres un¡artista!. Dices en ella:

...Sólo nos queda morir,...

Ánimo, Josman, de nuestra obra, algo siempre queda vivo.

El mejor legado que se le puede dejar a un hijo, dice mi padre, es: una buena educación, inspirada en los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico: Justicia, Igualdad, Libertad y Pluralismo Político.

¿Qué mejor educación que un buen ejemplo?. Que tus hijos vean que luchas por combatir las injusticias, aunque sea a costa de mucho perder.

Un abrazo.