Foto: Lidu G. Gómez
DE LA CARROZA A LA CALABAZA.
La Cenicienta, dio pie a mi novela corta, que construye una Carroza de oro con imaginación y vocablos, hoy vuelve a ser lo que Lidu fotografió, una simple calabaza.
En Leganés no se leerá mi Carroza, se edita en EE:UU. en español, y nadie la pedirá allí, cuesta más enviarte la carroza que el propio libro.
Tras escribir mi carroza
quedó hoy en calabaza,
ya no son los ratones
caballos de pura raza.
Siempre nos llegan las doce
y es el tiempo quien te abraza
cual gigantesca serpiente,
y asfixiándote te mata,
y ahí flota el sinécdoque,
la antonomasia es tan clara,
que en esto sobran los tropos
que al poeta descabalgan
de caballos roedores
que cabalgan sobre nada.
Josman.
Foto: Lidu G. Gómez
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