LA CARROZA DE ORO.
El mundo de los sueños a veces nos atormenta, otras nos nutre y nos inspira. Lejos de la política intoxicada que nos intoxica, escribo La Carroza de Oro estos días, quizás me lleve todo Octubre.
Una carroza como la de Cenicienta, de calabaza, donde la prosa da paso a breves versos.
En la carroza de oro
del celestial paraíso
bajamos a lo profundo
en donde los lirios frescos
desbocan los caballos del amor,
en esa aurora sin fin
que se prolonga en los suspiros.
Hoy he amanecido triste
después de bañarme
en los sueños de mi única rosa
existente, que perfuma mi madurez
que transita por un beso prolongado.
del celestial paraíso
bajamos a lo profundo
en donde los lirios frescos
desbocan los caballos del amor,
en esa aurora sin fin
que se prolonga en los suspiros.
Hoy he amanecido triste
después de bañarme
en los sueños de mi única rosa
existente, que perfuma mi madurez
que transita por un beso prolongado.
JOSMAN.
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