NO ESCRIBO YO, ES LA CALLE LA QUE ESCRIBE.
En esa mini novela La Carroza de Oro,que escribo estos días, en el capítulo V converso con el camarero que me sirve el café de la tarde, tras meses de ausencia, que como excusa le digo que estuve haciendo un curso de escritura creativa, y este es el breve diálogo.
Bajé de nuevo como siempre a la cafetería de Zarzaquemada, a tomar nuevamente mi café manchado, el camarero se sorprendió hacía meses que no pasaba por allí, le dije para calmar su curiosidad que había estado realizando por las tardes un curso de escritura creativa.
-"A usted no le hace falta, me contestó, usted crea aunque sea un solo destellos poético cada tarde".
Ya, pero he escrito por libre, sin atenerme siquiera a los preceptos poéticos, hasta a veces, y lo dije en una intervención pública, que la poesía, la copla o el romance que forma parte de ella como arte menor, yo la transcribo, pero es la calle quien la escribe, es el pueblo o la ciudadanía, quien me da los versos y yo los paso al papel, las circunstancias sociales, por sí solas, nos dictan esas citadas circunstancias o vicisitudes, a las cuales nosotros acertadamente o no, ponemos palabras, aunque sea sólo por desahogo legítimo, y para dejar constancia de éste tiempo, por ello algunos lo llaman poesía o copla temporal, pasados los años carecerá de valor, salvo el histórico ,y yo no soy historiador, solamente soy un poeta aficionado que junta letras, éstas forman palabras, y las palabras versos.
JOSMAN.
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