Cuando no se puede encontrar
se inventa la soledad,
necesitamos estar solos
un tiempo cada día,
para hablar con nosotros mismos,
para reflexionar y desengañarnos,
y eso no se puede realizar en compañía.
Yo necesito el Butarque,
contemplar los patos deslizarse,
contar las caracolas del agua
buscando la orilla cercana,
sin mojarse mecerse en la
ondulación del agua cimbreante.
Pensar en soledad, bajo los sauces,
frente a los juncos que reverdean,
bajo las acacias tímidas
que se visten mediado Abril.
El Butarque surca el silencio
y su mudez eterna
besa el alma del paseante
y se entiende solo con él,
como el agua no bebida
te hidrata las ideas
dos veces por semana,
como las legumbres en la mesa.
Leganés, 23 de marzo de 2010
José Manuel García García (Josman)
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