EN LEGANÉS SIGUE HABIENDO CALLES CON NOMBRES DE MIEMBROS DESTACADOS DEL FRANQUISMO, SIN CUMPLIR LA LEY DE LA MEMORIA HISTÓRICA, EN FIN, DEBE SER QUE LLEVAR A UN PLENO EL CAMBIO DE NOMBRE DE LAS CALLES Y PLAZA Y EL CAMBIO DE LAS PLACAS DEBE DE SER MUY COSTOSO EN ESTA ÉPOCA DE CRISIS, O QUIZÁS SEA POR JODER A CIUDADANOS POR EL CAMBIO QUE LO PIDE INSISTENTEMENTE DESDE SU FUNDACIÓN.
En mi barrio de Carabanchel, al menos han quitado la huella más brutal - la cárcel- debe de ser que la derecha tiene una sensibilidad mayor que nuestros PSL e IU.
Este otoño de remansos,
mi viejo Carabanchel
ve la piquetas mortales
a golpes sus mordazas,
con la cúpula imponente
de una cárcel con memoria
que rezuma a cascotes,
a ladrillos desdentados,
polvo de cien mil sudores.
Cae la noche y las piquetas
reducen a negra sombra
el fantasma del franquismo,
los vecinos protestan,
pero, los oídos sordos,
aprueban una memoria,
desintegrando la memoria,
el sueño de libertad
escrito en cada celda.
Nunca una cárcel, tuvo
tanto ideal en presidio,
tanta carne lastimada,
tanto fusil y gatillo,
tanto insomnio lunar,
tanta cerradura impía,
tanto recuento y recuento,
tanto suspiro llamando
a una democracia, al fin,
vibrante en las dos Españas.
Y hoy, la ley de la memoria
arranca, a picotazos,
la huella de los recuerdos
y Carabanchel, llorando,
se asoma entre las ratas,
a ver los buitres de siempre,
volar con plumaje blanco.
Carabanchel, 26 de marzo de 2010
José Manuel García García (JOSMAN)
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