FOTO DE: LANUEVACRONICA.COM de León.
Conocí su quehacer 39 años, y hasta en el retiro, siempre seguimos siendo parte del Cuerpo, sean estos simples versos, una oración permanente.
Siempre fieles a su deber y serenos en el peligro,/ nunca sabrá España, como fue su gran servicio,/ podremos imaginarlo, mas nunca haberlo sentido/ por ello, van a Marruecos, aunque esté todo perdido/ Guardias Civiles de España, ¡por nunca seréis olvido! Vuestro espíritu inmortal es honor y sacrificio.
Allá por 1975, en mis horas de desaliento, me decía un Guardia Civil veterano: "García, aquí cuando se hacen viejas las primeras botas, nadie deja ya de ser guardia civil hasta su muerte"
Algo de eso hay, yo que no soy un guardia civil al uso, fuí contestario, con aquél deseo de modernizar lo más intrínseco de su esencia, al servicio de una democracia, desde su democracia interna, pero hay días en que se llena uno de recuerdos, de nostalgia pura.
Y, a pesar del ya abultado abdomen, quisiera uno ponerse la guerrera bajo los ojos de la madurez inexorable.
Llevaba razón aquél viejo veterano, se es guardia civil hasta la muerte. Hay algo más que las recetas médicas y el ISFAS sanitario, y la pensión, las residencias a las que jamás fui, ni la farmacia militar, en la mente siempre flota un inexplicable ardor benemérito.
JOSMAN
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