jueves, 2 de abril de 2015

LA PAJA DEL ANSIADO TRIGO.



Foto: propiedad del Ayuntamiento de Leganés.



Tras 37 años de la mal llamada democracia he convenido conmigo mismo que, en los consistorios se trabaja más para las conveniencias de los partidos, que para las reivindicaciones de los vecinos.
Éstos últimos se manifiestan. Y sí consiguen lo solicitado en alguna ocasión, más las mayorías de las veces hacen de su noble intención más mal de tripas que gozo del corazón.



Los poetas aficionados, no sentimos el pesimismo, son los políticos los que nos hacen verlo, los que nos sirven paja, tras habernos ofrecido el trigo. Y en mi larga vida, jamás he visto la harina de la paja con la que hacer un mísero pan democrático y participativo.


Al final de los Plenos en los ruegos y preguntas, es cuando el concejal de turno se compromete a poner dos baldosas levantadas y algún bolardo... lo demás es, convertir el arroyo en charco.

JOSMAN.

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