Los huérfanos de los partidos políticos son como un nenúfar desprendido que flota por el cauce de un arroyo.
Ando como un peregrino tras María Eugenia Carballedo (PP) elegida a dedo, tras Santiago Llorente (PSOE) elegido en primarias, tras ULEG, Ciudadanos, Leganemos e IU, elegidos en primarias también, para ver si me dan un cargo de confianza, a dedo, para empezar mi vejez con un poco más de sustancia en el cocido, pero a los aprendices de poetas no nos quieren, porque somos críticos con todos, "porque decimos no como son las cosas, sino como deberían de ser", y, les molesta nuestro cascabel como a mi gata Liber.
Algunos políticos hoy andan su Vía Crucis personal, sin saber cual será su destino, los observas y, son como nenúfares desprendidos que flotan sobre el cauce de sus partidos esperando una cucharada del panal de rica miel.
Son peregrinos del antojo del arroyo, que les ha nutrido de vida durante grandes periódos. Ahora, hay que repartir la tarta y el agua, vienen más a la mesa, y no hay sillas para todos, es el tiempo de arrastrarse ante el líder, confeccionadas las listas electorales, es ese tiempo de las migajas del mantel.
Hay quien tiene profesión y se gana la vida igual, pero otros,viven al pairo de una mamandurria debajo del paragüas del partido, y sin el partido son almas en en pena, en este reino de Hades, donde nos ha llevado el bipartidismo.
No es el tiempo de servir al ciudadano, es el tiempo de llenar la andorga como lo hacia en mi infancia el cochino de San Martín, que comía un poco de cada casa, para acabar sorteado entre los pobres...
JOSMAN.
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