En ocasiones leemos un versos y no alcanzamos a ver el mensaje real, no socavamos en él, para poder analizar la esencia de la médula del verdadero sentir.
Quizás no sepa definirlo mejor, pero siempre amada mía, y tú lo sabes, por malo que sea un verso lo debemos de escribir.
La intensidad de la luz, siempre está como oculta en el firmamento poético, eso nos hace pasar por su lado y no verla, tan sólo nos queda el resgusto, siempre amargo, del aceite quemado del candíl.
Si buscas en lo que escribo,
hallarás algo de mí,
siempre existe una estrella
sobre un mísero candíl
JOSMAN.
2 comentarios:
Aceite es masculino; por tanto el adjetivo es quemado.
Gracias, fue un fallo.
Josman.
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