Las luces, siempre las luces,
marcando la sombra del hombre,
atardecer y sosiego
bajo una chopera que agostea
repleta de vida pura.
Y el arroyo fresco
viviente por sus orillas
de enamorados,
besos, caricias, orgasmos…
el inocente insecto
planea sobre ellos.
La naturaleza viva
en un Madrid que desierto,
parece de nichos vacíos
un frío de cementerios.
2 comentarios:
se nos cae Polvoranca!!!!!
Ya está caída compañero.
Un saludo:JOSMAN
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