miércoles, 11 de marzo de 2015

EL ÚLTIMO LLANTO DE BENITO PÉREZ GALDÓS.

¡Nela, Nela! exclamaba D. Benito Pérez Galdós, anciano y ciego, al escuchar en el teatro el estreno de su "Marianela" la niña fea, que junto a "Misericordia" retrataron una España que no debería haber existido, una enécdota que explica mejor que yo.http://caramillo.blogspot.com.es/2012_07_01_archive.html
CON LOS OJOS CERRADOS

" Es el estreno de la adaptación teatral de la novela de Benito Pérez Galdós Marianela. En esa primera noche, el autor ocupa un lugar de honor en el teatro, ese hombre ya mayor, de vuelta de tantas cosas y, por si eso fuera poco, ciego.
Y en la oscuridad compartida con el resto de los espectadores, en un momento dado, al oír la voz de la actriz que encarna a la protagonista femenina, suponemos que después de una emoción creciente en su interior, Galdós se pone en pie y alzando las manos hacia el escenario se le oye decir: “Nela, Nela”, mientras le brotan lágrimas sin freno de sus ojos. Me imagino que semejante escena haría llorar a más de uno de los testigos de aquel momento emotivo. 

El crítico Ricardo Gullón sugiere que tal vez ello se debía al hecho de que tras el personaje novelístico de Marianela se ocultaba Sisita, el primer amor del escritor canario. La idea es verosímil, ciertamente, pero a ratos me gustaría creer que esa explosión de llanto podría obedecer también a la escucha de unas palabras que él había creado muchos años atrás, en boca de un personaje por el que sentía un cariño especial, puesto que fue una de las novelas más populares del novelista. 

La vida lo alejaba de aquellos primeros años de profesión, de las fuerzas de la juventud, de una época en la que era alabado y admirado no sólo en nuestro país sino también en el extranjero, de un mundo que ya era pasado frente a otro que era presente y que, para colmo, tampoco podía ver. Y de repente, como si de un milagro se tratara, todo aquello que fue su vida pretérita se le abalanzaba en unos minutos, en el silencio recogido y compartido por cientos de almas a su alrededor, y oprimía su corazón".

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