En el escenario del Julián Besteiro, que en 30 años nos hemos visto envejecer los dos a golpes de cultura, la mía no cabe duda menor.
Con un cierto desaliño indumentario, pantalón ancho, chaleco corto, pero la mente aún despejada, hablé de las consecuencia que llevaron a la muerte a Sócrates, quizás por la obra de Aristófanes, según el proceso que se le hizo por impiedad, por sólo enseñar a pensar al creador de la comedia.
La persecución en todos los tiempos a los poetas y, esa necesidad de que los Ayuntamientos sean de los ciudadanos, sin invadir la labor de los funcionarios y políticos.
Gracias al PSOE de Leganés que en su Twitter sacó ésta fotografía, mientras lanzaba mi humilde voz el sermón necesario, en recuerdo a Miguel Hernández, a García Lorca, entre otros, parte del público no lo entendió, pero algunos políticos sí, un breve canto a la libertad y a la disposición de cuanto es de todos y se olvida, cuando el escaño está ya votado y asegurado.
JOSMAN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario